Nunca nunca diré lo que supongo que debo decir y te quiero, te quiero mal. Y si hasta a veces pierdo el sur es porque no te he visto aún.
Tarde, tarde aprendí que yo te pierdo y no hay nada que hacer, y te quiero, te quiero mal. Siempre, siempre esperé lo que no debo,
¡y no hay nada que hacer... y te quiero!
No hay comentarios:
Publicar un comentario