sábado, 16 de abril de 2011

Gimnasia

Hay veces en donde uno siente que lo que hace no alcanza. La gimnasia se burla de uno, dice que no sirve para esto; le dice a uno que no todo el tiempo. Sin embargo, hay personas que, aunque no les guste caer, SIGUEN, se levantan y SIGUEN, lo intentan, se caen otra vez, y lo siguen intentando. Creen en supersticiones, luchan aunque todo parezca perdido, siguen entrenando aunque sus piernas y brazos tiemblen; porque saben que entrenar duro produce cansancio, pero a la hora de la verdad da satisfacción. Cada coreografía lo toman como si fuera la última, convencidos que es un desafío, como la vida misma. Saben que su esfuerzo vale. No se quejan porque saben que EL DOLOR PASA y el cansancio es temporal; y que lo que nunca desaparece, y lo que nadie te puede quitar es la satisfacción del poder decir “Sí, lo hice, lo logré.”
Todos tenemos las mismas características físicas para poder realizar una rutina. Todos podemos ser mejores de lo que somos, sólo que lo que nos hace diferentes es nuestro espíritu, el corazón que ponemos a la hora de practicarlo, las ansias de alcanzar una cima. Esa cima a la que cuesta llegar, pero que con determinación se llega.
El deporte es 50% mental. Si temes perder, ya estás vencido; y si no es así, no dejes que te atosigue una voz dentro de tu cabeza con un “Nunca lo alcanzarás” sigue intentando, mantén tu cabeza bien alta. Lo importante no es llegar rápido o llegar primero, sino que lo importante es llegar; con batallas difíciles, en las que algunas veces se pierde, con luchas, con golpes, con dolores. Sabrás que al final, esos son los momentos que recordarás. 

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