Odio ver el modo en que sus ojos,
tan míos y tan de ella,
la miran con recelo.
Aborrezco cada uno de los pasos
que el da tras ella.
No soporto ni una palabra
de esa dulce voz,
que el le dedica.
Ella, siempre tan bonita,
tan perfecta para el.
Y yo, tan simple, acostumbrada
a los derrumbes de mis palacios imaginarios.
Y yo, tan diferente, a mi manera,
pero lo soy, alocada, libre
VIVA, ella es tan de plástico,
sin sentimientos.
Inutilidad al máximo,
esclava sin cadenas a su piel,
prisionera del mas absurdo de los pensamientos,
mas no parare.
Estoy, estas, estamos.
Te busco, me buscas,
me sonreís y de repente te pertenezco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario