Caminas pausado,
tu sonrisa se disuelve en mis pestañas
voz lenta y atrapante
hablas, no te escucho, me pierdo.
Revuelvo mi memoria, y encuentro lo buscado.
Te sentas, me invitas, nos sentamos.
Me miras, no paras, hasta que te levantas
y te vas, te busco, ahí estas
con esa dulzura de luna pintada en el rostro.
Me llamas, voy. Me siento tu esclava,
vos mi dueño, yo tu pertenencia.
os acercamos, te escucho respirar
se funden las mismas en algo inaudible
mas no desaparecen, tus latidos ni los mios.
Tus palpitos, lentos y provocativos,
los míos alocados y notables.
Me asusto, me abrazas,
conozco tu rostro.
Mi imaginación corre por las terrazas del sobresalto.
Protagonista de un álbum extraviado.
Nos miramos.
Hemos sido descubiertos,
me besas despacio,
evitando la despedida,
suave, dulcemente.
Te tomo la mano, me miras muy lento,
suspiras a tiempo, y te marchas.
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